
Uno de los mayores desafíos en la construcción de feminismos territoriales, “con los pies en la tierra”, es despatriarcalizar las memorias de resistencia, romper con la hegemonía masculina de los relatos de quienes han y siguen defendiendo las aguas y los territorios, y en ello reconocer las propias trayectorias de mujeres, disidencias y niñeces. El extractivismo y sus cadenas de expansión desde la acumulación por despojo, han delimitado no sólo territorios desechables, sino cuerpos, los feminizados, los no productivos, los que salen de la norma capacitista, y pueblos, que desde la invisibilización, el desplazamiento y el vaciamiento de sus territorialidades, son conducidos por la lógica de las ganancias a su desaparición forzada. Es en este marco que la justicia feminista […]