
Por momentos, da la sensación de que algunos pueblos parecen estar quietos, expectantes y casi inertes ante un movimiento avasallador que ha mostrado eficacia a la hora de concretar sus objetivos: el neoliberalismo en América Latina ha alcanzado con creces esos horizontes de desigualdad y expoliación que se ha propuesto desde su matriz. No obstante ello, si existe algo que ha crecido a la par del daño que el capitalismo le infringe a nuestra región, eso es la resistencia y la inconformidad de los pueblos. No dormíamos, en todo caso alimentábamos una rebeldía ética a ese mundo patas arriba que nos legaron. Lo sucedido en este nuevo tiempo de revueltas en Nuestra América, ratifica la tenacidad de la lucha social […]