
Cuando los actores armados no estatales del conflicto colombiano, conocidos como guerrillas, se volcaron hacia la minería ilegal para el financiamiento de sus operaciones la encontraron como un nicho poco explotado y cuantioso en ganancias. La fiebre guerrillera por el oro reemplazó las décadas iniciales de extorsión, abigeato y secuestro, casi igualando en dividendos a la vorágine del narcotráfico de los ochenta y noventa, fenómeno que fortaleció sus estructuras militares y magnificó el control territorial. Si bien no se puede fechar la introducción formal de las guerrillas en la minería ilegal, múltiples investigaciones e informes de la sociedad civil indican que el Plan Colombia junto con la masiva destrucción de cultivos y laboratorios de coca fue un factor determinante en […]