Amiga tengo que contarte lo que me ha pasado,
sé que esta vez comprenderás mi estado.
Estoy harta de la sumisión, de amar a dios, de la falo-adoración,
de la hetero-normalización, de concebir el mundo en dos,
estoy harta de valorar la fuerza sobre el amor.
Donde la gente ve cariñó, veo encadenación.
Donde pasión, obsesión, errada concepción del amor.
Harta de la familia y su consanguineidad.
Amiga, que nos impone la obligatoriedad de amar a quienes nos someten,
estamos amando a quienes nos someten porque…

Desde pendejas las quieren con las bocas cerradas,
ocupadas en casa viendo los quehaceres,
primarias instrucciones hacia el hogar las mujeres,
controlado los espacios haciendo lo que papa quiere.

Cierra esas piernas señorita que la lujuria la encandila
y ahí arriba siempre hay alguien que de cerca te vigila.
¿Cuál es la osadía? Dar cuenta de que en la historia dos mil años de teoría,
rebosante misoginia. Aquí crecen las niñas con muñecos de plástico
y princesa Rapunzel, deseando un Ken y un auto último modelo Ferrari o Mercedes Benz.

Esquemas que pretenden al capitalismo fortalecer y a todas complacer,
torturas nuestras cuerpas, reservarlas para un él, acoso en la tv,
muchos machos pueden convertir en arma el pene.

Por la calle el infierno arremete, los silbidos, las miradas, en objeto las convierte.
La situación no se revierte, en su casa las señoras de la pobla encuentran muerte
en manos de su amado conviviente. Sociedad de odio para las mujeres.
Quien no abandona sus privilegios simplemente es porque no quiere, estamos hartas.

Hartas de obedecer siempre, hartas de esa madre que traicionó desde el vientre.
Hartas del sistema que nuestras úteras convierten en máquinas reproductoras de sirvientas.

Hartas de obedecer siempre, hartas de esa madre que traicionó desde el vientre.
Hartas del sistema que nuestras úteras convierten en máquinas reproductoras de sirvientas.

Dispuesta a convocar a quienes quieran ensayar cambios en su cotidianidad
contra el patriarcado que las quiere dominar, mujeres feministas juntándose a conspirar
nuevas relaciones para romper la autoridad, y por la libertad amiga,
para liberar nuestras cuerpas de quien nos quiere aprisionar.

Ya nunca más.

Hartas de obedecer siempre, hartas de esa madre que traicionó desde el vientre. Hartas del sistema que nuestras úteras convierte en máquinas reproductoras de sirvientas.

Hartas de obedecer siempre, hartas de esa madre que traicionó desde el vientre. Hartas del sistema que nuestras úteras convierte en máquinas reproductoras de sirvientas.

Dedicado para todas las niñas que están siendo violadas en alguna parte del mundo.

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