Mariana Chendo.
Licenciada en Filosofía. Directora de la Licenciatura en Educación USAL.
“[…] el hábito de disimular es agotador y destroza los nervios […] El exilio es la vida sacada de su orden habitual. Es nómada, descentrada, contrapuntística.” (Edward Said. Reflexiones sobre el exilio)
Hospital, cárcel, Estado, el futuro es moderno. ¿Y la escuela? El marketing del liderazgo nos había repetido hasta la banalidad de sus males que la educación haría futuro en la sociedad del conocimiento. Pero no, el derrame de la globalización nos trajo de urgencia la figura del enfermo, el preso y una sociedad en riesgo. Post-normalidad con las astillas modernas: encierro, seguridad, disciplina de los cuerpos. La medición de la acumulación del conocimiento -criterio de legitimación del sistema educativo- se reveló absurda frente a las prácticas urgentes del cuidado de los cuerpos.
El 11 de marzo la OMS declara “pandemia” al covid-19. Inmediatamente, la UNESCO arroja una población de más de 1500 millones de estudiantes y 60,2 millones de docentes “migrantes” alrededor de 138 países. Más de 1560,2 millones de humanos migrando a la virtualidad en un tiempo inferior a 30 días. La migración global más formidable de Occidente, en tiempo record: más de 1560,2 millones de humanos desplazados hacia el mismo sitio en el menor tiempo. ¿Qué es la virtualidad, qué son esas tierras? Migrantes digitales a fuerza de pandemia. Agarrar nuestros útiles y llevarlos a otras tierras, ¿qué continuidad puede exigírsele a un migrante forzado? ¿qué continuidad es posible en la discontinuidad del espacio y del tiempo? ¿qué son esas tierras?
El 31 de enero China lazó la política educativa de “suspensión sin suspensión” de las clases. En la globalidad de la peste, todos seguimos el mandato del imperio: continuidad sin continuidad, conjurando cualquier posible interrupción al vínculo pedagógico en la conversión de emergencia. UNICEF lanza todos los lineamientos de rigor: recomendaciones de fortalecimiento del clima escolar, adaptaciones a contexto, foco en la comunidad educativa, adecuación de la comunicación de crisis y todos los ribetes del buen sentido común de forma y de superficie. La UNESCO laza todos los listados de rigor: herramientas tecnológicas y plataformas con sistemas de gestión de aprendizaje digital, sistemas para teléfonos móviles, sistemas de funcionalidad fuera de línea, contenidos curados para el aprendizaje autónomo, para el aprendizaje colaborativo, aplicaciones, videos, tutoriales, instructivos. Se crea a la World Coalition for Education que incluye el gigantismo del dominio del nuevo cálculo: GSMA, Microsoft, Weidoing, Google, Facebook, Amazon, Coursera, Zoom. Liberan cursos de las universidades más prestigiosas, sólo pago certificado, cortos, al pie de la pandemia para suspender sin suspender el prestigio de la academia. ¿Quién será el dueño de nuestros dueños?
La industria del entretenimiento ha comprendido los artefactos de la virtualidad, pero también sus espacios y sus tiempos. La educación no, la pandemia evidenció que el futuro educativo es retro y la virtualidad se usa con igual sentido que un viejo teléfono. Las voces se pierden metálicas, incomodan los silencios, se cierran los micrófonos, todo para que festejemos la selfie estanca de la digitalización de los cuerpos. Y nos aferramos a una continuidad burócrata, replicando la sincronía de la presencialidad para sostener la rutina rota, tomando asistencia a base de conectividad, acompañando por las vías e, app, online sincrónico, online asincrónico, aterrorizados por el copy-paste en la evaluación mientras nosotros hacemos copy de la lógica presencial para el paste en la tierra virtual. ¿Adónde estamos migrando?, ¿cómo habitar esas tierras?
De la migración forzada surge una evidencia de doble trazo: los defensores de la implementación de plataformas en educación comprenden la virtualidad como un recurso, un útil-a-la-mano, una herramienta; mientras, tensando los extremos de la lógica Estado-mercado, los defensores de la presencialidad argumentamos por afección ideológica en defensa de un espacio público que no estamos dispuestos a ceder, porque estamos convencidos de que aula y gestos son los últimos refugios de una humanidad en riesgo. Este doble trazo nos condena a un encierro testarudo en alguno de los extremos: o la ficción de la implementación de realidad aumentada en las aulas argentinas, o la pizarra como objeto de guerra, la pizarra haciendo de muletas de guerra, haciendo de muralla contra las balas en la frontera, los maestros como exiliados de guerra (Takhté siah/Blackboards: 2000, dirigida por Samira Makhmalbaf). ¿Se puede pensar un justo término medio?
Leer a estudiantes y educadores del siglo XXI en la figura de la migración, del desplazamiento, el aislamiento y el destierro, es comprender que la virtualidad no es sólo una herramienta, es una lengua y es una tierra. Edward Said, en sus Reflexiones sobre el exilio, habla desde la mirada del desarraigo: “contemplar las experiencias como si estuvieran a punto de desaparecer. ¿Qué es lo que las ancla a la realidad? ¿Qué salvaría uno de ellas? ¿Qué abandonaría?”. Aunque volvamos a nuestras tierras natales de las presencias, no volveremos siendo los mismos, ¿qué habremos salvado? ¿qué habremos abandonado? ¿qué son estas tierras?
Totalmente de acuerdo con todo lo dicho. Pero nuestro querido pais esta muy lejos. No tiene recursos y volvera a la escuela porq es el lugar de contension de mas del cincuenta por ciento de los niños y jovenes argentinos. No va a ser nada facil. Ademas mucho de ellos la mayoria no pudo migrar porq no tiene recursos. Y tiene q ir a la escuela a buscar unos cuadernillos y estudiar con eso. Donde queda la continuidad. Muy bueno todo
La virtualidad ayudara a que en Argentina, en los colegios y en los profesorados se globalicen las curriculas y se deje de lado las ideologias ya vetustas y se hable mas de los problemas futuros. Los chicos deben saber que existe la fibra optica, la luz solar , autos electricos etc y esos avances tecnologicos deben ser incorporados a la sociedad, pues eso abarata la vida cotidiana. La politica solo usa la tecnologia para sacar dinero a traves de esos medios pero no se les da a los ciudadanos bienestar con la tecnologia. Como ejemplo le comento: Por la fibra optica pueden pasar cinco o seis servicios; luz, telefono, internet, boton antipanico, alarma comunitaria……- Porque debemos pagar cinco servicios cuando podemos pagar uno solo?. La politica debe dedicarse a administrar con esta nueva modalidad y ponernos a la altura de los paises mas desarrollados. No podemos gastar un 70 por ciento en alimentacion y un treinta para ahorro cuando en el mundo es a la inversa. Porque los ciudadanos no podemos tener luz solar? No la tenemos porque la educacion no la incluye en sus curriculas… Hace dos años un alumno de fisica de Inglaterra descubrio un error de un satelite de la Nasa y eso lo hizo porque el colegio conectaba directamente con un satelite en forma gratuita, eso permitio que el alumno calculara por si mismo y detectara el error. Que nos impide eso en Argentina? Un colectivo imaginario de alumnos y profesores que cree que eso es casi imposible para nosotros. Si no salimos de lo retro nunca podremos generar vocaciones genuinas ni ciudadanos comprometidos con su comunidad. Porque no podemos saber cuanto gasta un municipio de su presupuesto? Ese deberia ser el norte de esta nueva normalidad, educar e incorporar una nueva civilidad basado en los avances tecnologicos, que traeran beneficios a la gran mayoria de la poblacion. Nuestra sociedad necesita nuevos ciudadanos y no formar profesionales que si no emigran se tengan que habituar a la corruptela de nuestro sistema. Eso ya nos paso con Favarolo. No hacen falta mas muertes para que cambiemos con el mundo. Le saludo Atentamente. Daniel F. Movsichoff ( dfm4255@gmail.com)
Hola Daniel. Un gusto saludarte. Completamente de acuerdo. No podemos resignarnos a un futuro retro, y hay que trabajar con decisión política en ello. Ojalá estemos a la altura de las circunstancias. Un abrazo. Mariana
Excelente manera de analizarlo todo. Me agrada esa manera de pensar. y es tan cierto y triste a la vez. siento muchas veces que estamos atados a un solo resultado, a una sola salida, cuando en realidad hay muchas, y estan a nuestro alcance pero nos ponen trabas. como me gustaria un pais mejor, pero en este mismo, no yendome a otro, escapandome, sino haciendo frente, saliendo hacia adelante con todo lo que podemos construir.
De la qué???? jajajajjajajaaa…..
¿A cargo de quién va a estar la teletransportación del oscuro paleolítico actual al fulgurante futuro estelar?
Muy buen análisis global hace Mariana pero después de la pandemia, la escuela presencial seguirá significando un refugio accesible de contención para muchos chicos y adolescentes argentinos por largo tiempo, tanto más cuánto menos sean sus recursos
Hola Viviana, gusto saludarte. Sin duda, el aula es un espacio único de dotación de sentido del mundo. Y, tal como vos señalás, es también un enorme refugio para los “sin” (recursos, conectividad, contención familiar). Más allá de la globalidad del análisis del artículo, comparto sin dudarlo esa especificidad que reflexionás. Un abrazo. Mariana
Hola Mariana. Te acabo de escuchar en la radio. Voy a leer con detenimiento y especial atención tu artículo. Mi nombre es Guillermo Liuzzi y soy estudiante de las carreras de Filosofía y Licenciatura en Educación de la UNGS. Me interesaría si sos tan amable de enviarme información de futuros seminarios. Gracias. Guillermo.
Guillermo querido, gusto saludarte. Te paso mi mail mariana.chendo@usal.edu.ar, entremos en contacto porque esta semana hay algunas actividades que tal vez te interesen. Quedo atenta. Abrazo.
Guillermo querido, gusto saludarte. Te paso mi mail mariana.chendo@usal.edu.ar, entremos en contacto porque esta semana hay algunas actividades que tal vez te interesen. Quedo atenta. Abrazo.
Interesantes reflexiones de Mariana. Especialmente sus últimas preguntas me parecieron muy interesantes en estos tiempos. Qué salvaría uno del aislamiento? qué salvaría aunque volviéramos a nuestras tierras natales?
Muy buena la analogía con los emigrantes del mundo.
Gracias, Martha. Creo que es un buen ejercicio insistir en esa pregunta. Salud, buenos ánimos y reflexión en estos tiempos raros. Gran abrazo. Mariana
¿Que salvaría? Salvaría reflexiones como esta.
Te admiro. Saludos!
Estos cuestionamientos y planteos me llenan de esperanza!!!
Abrazo Silvia! Resistamos la incertidumbre con esperanza. Mariana
Gracias G! Salud, abrazo y reflexión. Mariana
Importantes puntos de vista que animan a avizorar y discutir un futuro inestable, como estado bélico, donde la toma de posiciones y bando en materia de educación y sus resultados, son también inciertos, aunque reales.