
Necesitamos una denominación nueva para este territorio sin fronteras. Los chicos de este libro lo llaman <<Ciberia>>. Ciberia es el lugar donde va una persona que se dedica a los negocios cuando emprende una conversación telefónica, el lugar donde un guerrerochamánico va cuando viaja fuera de su cuerpo, el lugar donde un bailarín de acid house va cuando experimenta el gozo de un trance tecnoacido. Ciberia es el lugar al que aluden las enseñanzas místicas de todas las religiones, las tangentes teoréticas de todas las ciencias y las especulaciones más arriesgadas de todas las imaginaciones. (Rushkoff, 2000, p. 20) Introducción((Este capítulo surge de una investigación realizada para la obtención del título de Doctor en Antropología Social en la Universidad […]