
“La filosofía no piensa la filosofía, piensa la realidad”. Enrique Dussel Hace más de dos mil años condenaron a muerte a un hombre por hacer demasiadas preguntas, el tábano lo apodaban. Medio siglo después, cuando parecía que se tenía las respuestas a todo, a una mujer se le ocurrió cuestionar aquellas certezas. Grave error: fue asesinada a pedradas y luego descuartizada. Hipatia la llamaban. Nuestra América no fue ajena al riesgo de filosofar. En 1989, Ignacio Ellacuría, fue fusilado por un pelotón de las fuerzas armadas de El Salvador. Su delito fue haber pensado los problemas de su realidad y denunciarlo. Dieciséis años antes, en la Argentina, otro filósofo había sido víctima de un atentado de bomba por cuestionar el […]