
Días atrás se produjo un hecho aberrante en una pequeña ciudad del interior de Argentina. Un hombre golpeó y abusó sexualmente de su hija biológica. Lo peor de todo es que este hombre ya se encontraba acusado de un delito similar contra la misma niña por un hecho aparentemente cometido un par de meses atrás; y habiendo recuperado su libertad, por cuestiones netamente procesales, parece que volvió a reincidir. Todo esto en un plano de la apariencia atento a que en un Estado de Derecho se es inocente hasta que se demuestre lo contrario. Así las cosas, y lamentablemente, este tipo de actos no se circunscribe a un sector de la sociedad ni a un pueblo o país en particular. […]