
Uno de los mayores aprendizajes que nos deja la Revuelta (que seguimos habitando) en este territorio llamado Chile es la importancia de la lucha por el tiempo, teniendo la certeza que el tiempo de los territorios, los pueblos y movimientos sociales son distintos y se encuentran en tensión respecto al tiempo institucional. El Acuerdo por la Paz firmado en noviembre del 2019 no sólo vino a condicionar y limitar el proceso constituyente a una Convención Constitucional sino que también impuso una temporalidad de ésta, demarcada en nueve meses y con posibilidad de extenderse a un año, lo que choca de lleno con las dinámicas deliberativas colectivas, que requieren tiempo para la reflexión y toma de decisión. No podemos olvidar que […]